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Comprendiendo el Ataque Ofensivo Exterior

Generalmente, las tácticas de ataque exterior, en la cuales el agua es lanzada desde una posición exterior al local incendiado, se piensa que es un recurso simple y no demasiado efectivo de lucha contra incendios con un enfoque defensivo cuando la entrada al edificio no es posible o no está recomendada por la falta de seguridad estructural. También es usualmente empleada como táctica cuando los recursos no son suficientes, cuando el suministro de agua es limitado o la información disponible sobre el incidente es confusa y es conveniente actuar con cautela hasta que se pueda realizar una mejor evaluación de la situación.

 

Artículo original publicado en China Fire Bulletin, edición Otoño de 2015.

Autor: Art Arnalich

Traducción: Pablo Boj

 

Por supuesto, todo esto es correcto hasta cierto punto, pero hay mucho más en las tácticas de ataque exterior que hacen que no sean bien comprendidas en los Servicios de Bomberos en todo el mundo. Las ventajas básicas del Ataque Exterior están claras para cualquiera sobre el terreno: el agua puede ser lanzada desde una posición segura y desde un primer momento, mientras se recaba información, llegan más recursos o mientras se diseña un plan de actuación.

En este artículo veremos como el Ataque Exterior puede ayudar a las operaciones de lucha contra incendios de muchas modos, algunos de ellos bien conocidos y algunos otros demostrados tras las investigaciones llevadas a cabo en los últimos cinco años por Underwriters Laboratories y el NIST. Muchos Departamentos de Bomberos de todo el mundo han adoptado estos nuevos avances en Ataque Exterior con grandes resultados sobre el terreno.

A modo de resumen, podemos establecer que un Ataque Exterior bien ejecutado es capaz de lograr los siguientes objetivos:

-       Limitar la propagación exterior a otros edificios.

-       Limitar la propagación exterior en el mismo edificio por las paredes laterales.

-       Reducir la intensidad del fuego en la estancia incendiada.

-       Mejorar la posibilidades de superviviencia de las víctimas, tanto en la habitación incendiada como en el resto de la estructura.

-       Facilitar la lucha contra el incendio por el interior.

Control de la propagación

El uso del Ataque Exterior para limitar la propagación es una técnica empleada por todos los Departamentos de Bomberos. El agua es proyectada sobre las superficies por encima del fuego para conseguir una capa de agua que prevenga que los materiales combustibles alcancen una temperatura que provoque su ignición. El agua aplicada en la columna de humo convectivo que sale del recinto reducirá su temperatura, así como su inflamabilidad y su capacidad de transferencia de calor a los elementos situados por encima.

El exceso de agua suele ser un problema cuando se realiza un Ataque Exterior, ya que puede provocar daños en la propiedad, acumulación de agua en el local y resultados igualmente efectivos en la extinción. Las refrigeración de las superficies combustibles exteriores para prevenir el comienzo de la pirólisis es el objetivo principal, sin que sea necesaria una gran cantidad de agua pero que debe ser proyectada de forma constante a la zona afectada.

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Bloquear el exutorio “empuja” los gases del incendio

Es importante aclarar que se debe de evitar proyectar agua pulverizada hacia el interior del edificio como forma de aplicación del Ataque Exterior, ya que produce un fenómeno denominado “empujar el fuego”, ampliamente discutido aunque no completamente entendido. La proyección de agua pulverizada bloquea la salida de los gases del incendio que buscarán un camino alternativo de salida para el exceso de vapor producido por la evaporación. El flujo de los gases (entendido como el volumen de gases en movimiento producidos por la acción del fuego) se altera haciendo que los gases y vapor calientes retrocedan hacia las víctimas, las dotaciones que avanzan por el interior e incluso extendiendo el fuego a las estancias adyacentes.

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Este fenómeno se muestra con gran precisión en el vídeo del NIST en el cual se observa un incendio en una estructura en el ISFSI 2014 en el que se compara la aplicación de agua pulverizada con un ataque exterior con un chorro compacto.

Ataque Ofensivo Exterior

El ataque ofensivo exterior es la aplicación de agua desde el exterior hacia el interior de la estancia incendiada, con el objetivo de “ablandar” las condiciones en el interior reduciendo la potencia del incendio (tasa de liberación de calor). Un chorro compacto de agua entra través de una ventana dentro del área del incendio, golpeando el techo y se disgregándose en pequeñas gotas que caen sobre el incendio.

Hay un doble efecto en la habitación del incendio, algunas gotas se evaporan en la capa de gases calientes reduciendo la temperatura, mientras que el resto de gotas caen sobre las superficies combustibles.

Pero el punto clave es el que se aprecia en las imágenes adjuntas, el flujo de los gases no se modifica. Los gases calientes continúan saliendo de la estructura mientras entra aire fresco. La sección transversal del chorro compacto de agua que entra el interior es despreciable frente al tamaño de la ventana que permite el intercambio de gases con el exterior.

No ha sido hasta hace poco que se ha arrojado luz sobre los beneficios del Ataque Exterior como táctica ofensiva. Underwriters Laboratories ha desarrollado una serie de proyectos de investigación en asociación con otras organizaciones con el objeto de crear conciencia sobre esta cuestión en beneficio de la seguridad de los bomberos.

Las ventajas generales de un Ataque Ofensivo Exterior temprano:

-      Mejora las condiciones interiores de la habitación incendiada. Tan pronto como el agua alcance el interior de la habitación su potencia se reduce, así como la temperatura y la cantidad de gases tóxicos que se generan.

-    Reducción de la temperatura en el interior de la estructura. El descenso de la temperatura en el interior de la habitación incendiada tiene como consecuencia una reducción en el resto de la estructura conectada con la estancia. Durante las pruebas llevadas a cabo por UL, el NIST y el FDNY en Governor´s Island (Nueva York, EEUU) en 2012, se constataron descensos de la temperatura de al menos un 50%.

-     Incremento de la posibilidad de supervivencia de las víctimas. La caída de la temperatura junto con el descenso de la producción de gases tóxicos mejora las condiciones para víctimas atrapadas en la estructura. Las operaciones de búsqueda y rescate por el interior a menudo llevan bastante tiempo, facilitando las condiciones se mejora las probabilidades de encontrar a alguien con vida.

-    "Ablandando” el incendio antes del ataque interior. Todo lo anterior tiene un efecto positivo para el desarrollo del ataque interior permitiéndolo que sea más seguro, más rápido y con mejor visibilidad.

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El ataque ofensivo exterior no puede ser entendido como una forma de extinción de incendios. De echo, una extinción efectiva del incendio solo se logrará cuando todas las superficies combustibles sean enfriadas hasta un punto en el que la ignición ya no sea posible. Esto es imposible de lograr usando esta técnica que hace “rebotar” el agua, ya que siempre quedarán esquinas o superficies protegidas fuera de nuestro alcance. De hecho, el ataque ofensivo exterior puede utilizarse como una transición desde el exterior al interior, como una etapa previa en la que las condiciones del incendio se “ablandan” antes de realizar el ataque interior final. Esto permite una operación más segura y eficaz.

En la mayoría de las operaciones contra incendios, lanzar agua al incendio tan pronto como sea posible es un objetivo táctico principal. Rebajar la potencia del incendio ayudará a estabilizar e incluso a mejorar la situación. Generalmente, los incendios urbanos ofrecen la posibilidad de emplear el ataque ofensivo exterior para lanzar de una forma rápida agua al incendio. Una ventana puede estar a una altura alcanzable desde el suelo con el caudal y la lanza apropiada o usando una autoescala desde una posición elevada.

picture 4La lucha contra incendios moderna considera positivamente el uso de esta táctica como una de las primeras acciones tras el contacto de la primera dotación en el siniestro. Incluso mientras se recaba información del incidente y se evalúa la situación, los argumentos en contra de aplicar un ataque ofensivo exterior llevado a cabo de forma correcta son débiles y en los beneficios que suponen superan las reticencias que pudieran plantearse. El ataque debe prolongarse mientras el incendio siga manifestándose al exterior de la estructura hasta que el equipo de ataque interior esté listo para actuar desde la puerta de la estancia incendiada.

Combinando el Ataque Exterior con el uso de ventilación por presión positiva (VPP) mejora la eficacia de ambas técnicas. Los ventiladores VPP fuerzan un flujo de aire que reduce la cantidad de vapor en el interior de la estancia incendiada, permitiendo el uso de mayores caudales de agua. También suponen una garantía de forzar que el vapor no retroceda contra los bomberos que penetran por el interior. Pero la aplicación de agua desde el exterior también ayuda a la táctica de ventilación ofensiva como se muestra en la imagen. En una atmósfera donde se está proyectando agua, la entrada de aire forzada por los ventiladores no derivará en una sobrealimentación del incendio, logrando una operación más segura.

Cómo realizar el Ataque Ofensivo Exterior

-       Identificar la ventana/as por la que la manifestación exterior del fuego es mayor. La ventana debe ser de la habitación incendiada y debe permitir que el agua alcance las superficies de los combustibles involucrados.

-       Emplear siempre chorro compacto proyectado contra el techo.

-       El chorro debe disgregarse en pequeñas gotas al chocar contra el techo.

-       No mover el chorro mientras se proyecta el agua, podría bloquear la salida de gases y generar cantidades innecesarias de vapor.

-       Un caudal entre 200 y 500 litros por minuto debería ser suficiente.

-       La primera proyección de agua no debe durar más de 5 segundos. Esta aplicación corta de agua permitirá realizar una evaluación de la táctica en cada situación particular. No todos los incendios reaccionan de la misma forma al Ataque Ofensivo Exterior.

-     Después de cada aplicación dejar transcurrir el tiempo suficiente para que el vapor se evacue y se recobre el balance térmico en el interior.

-       Las aplicaciones posteriores pueden prolongarse desde los 5 a los 30 segundos, dependiendo de la capacidad del vapor para salir de la estructura y del comportamiento del incendio.

-       Continuar mientras los signos de “ablandamiento” del incendio sean claros. En algún momento, el ataque interior debe tomar el relevo.

-       Evitar el exceso de agua innecesario para evitar daños en la propiedad.

En los siguientes vídeos podemos ver una aplicación práctica en una situación real llevada a cabo por una dotación del London Fire Brigade y uno de los experimentos del programa de investigación de Underwriters Laboratories.

Etiquetas: formación, ataque exterior, artículo, AOE


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